EL ABORTO. PROBLEMA POLÍTICO ANTES QUE SOCIAL

Blogueando por aquí y por allá encontré este artículo que me parece interesantísimo sobre el tema sobre todo porque es abordado desde una perspectiva política más que social y en un país como en España en donde ya ha sido despenalizado, con todas las implicancias negativas para el principal dañado en este tema, el niño por nacer, quien como todos nosotros tiene desde su misma concepción, derechos humanos, porque lo es y porque el primer derecho humano es el derecho a la vida y las personas por nacer no tienen por qué no tenerlas.

Es increíble que tengamos que estar tratando de convencer a medio mundo (porque el otro piensa como nosotros) que la vida que la madre lleva en el vientre NO ES ELLA, ES OTRA VIDA que ella ha concebido y que por lo tanto tiene la OBLIGACIÓN de defender.

Este tema me exaspera, no puedo entender como una madre no pueda querer defender nada más ni nada menos que la vida de su hijo.

Para el tema de las madres que se realizan abortos clandestinos por no poder costear la educación y mantenimiento de un hijo, sólo bastaría una real campaña de concientización que tuviera 3 elementos básicos: 1) enseñar a prevenir las gestaciones, con todos los medios al alcance de la medicina en la actualidad, excepto el DIU (Dispositivo intra uterino) porque es abortivo, mata de hambre al embrión cuando llega a la matriz para alimentarse. Y no vengan los médicos a decirme que todavía no es ser humano porque ni ellos lo creen, han inventado esa nueva teoría para avalar estos inventos y las prácticas abortivas que muchos médico aborteros, parásitos de la sociedad que es para lo único que les sirve el título. Tampoco la pastilla del día después, que tiene las mismas consecuencias, abortar a los pocos días a la mórula ya formada con todo el bagaje de ADN de ambos padres con ella, por lo tanto ES UN SER HUMANO. Las formas son las pastillas anticonceptivas, recetadas por médicos honestos, el cuidado masculino a través de los profilácticos y el método de Beeling que consiste en cuidarse por los días fértiles a partir de una investigación íntima que debe realizar la mujer de su secreción vaginal. O sea, métodos hay.

2) Si la fecundación ya se ha producido y el embarazo está implantado, ayudar a la madre a tomar la decisión de hacerse cargo de ese hijo y al padre también. Si la pareja proviene de ámbitos de bajo nivel económico ofrecerles a través del Estado y organizaciones como la que muestro en el artículo toda la ayuda posible para que ese niño nazca y crezca con sus padre o por lo menos con su mamá. 3) Si cubiertas todas estas posibilidades la madre igualmente se halla totalmente decidida a desprenderse de su hijo, entonces allí deben ponerse urgentemente en funcionamiento los resortes estatales para que desde el principio esta mujer entregue su hijo en adopción, la pareja adoptante ya debe haber cumplido con todos los requisitos legales y estar lista para seguir el embarazo del que será su hijo en concordancia con la madre biológica. En este punto es fundamental la actuación de la justicia para que la ley 24.779 de adopción en la Argentina por lo menos, funcione aceitadamente y rinda los frutos que el legislador tuvo en mira al contemplarlos y que resultan ser el espíritu de la ley, esto es que la adopción se lleve a cabo en el menor tiempo posible, es decir que ya al nacer el niño pueda ser retirado por sus padres adoptantes, teniendo éstos muy en cuenta el artículo que establece que deben dar conocimiento a su hijo en el m0mento oportuno su origen adoptivo. Esto es crucial para no soslayar el derecho a la identidad, derecho humano también incorporado a todos los tratados internacionales sobre el tema. 4) Por último, si por la burocracia que siempre lamentablemente primó en nuestra Argentina, la adopción no puede llevarse a cabo en el mismo momento del nacimiento, saber esperar, tener un poco más de paciencia y saber esperar, un niño que ya no es recién nacido, un niño de dos, tres, cuatro o cinco años inclusive sigue necesitando un hogar, no lo hagamos a un lado sólo por haber crecido.

Este es mi aporte al tema. Ahora vayamos al artículo que además tiene un enlace también muy interesante. Igualmente no olvidemos que se trata de organizaciones españolas, pero sirven como ejemplo de cómo se debe tratar este grave problema político y social.

Melan


Nos informa el lobby liberal Hazte Oir de que el 80% de las madres que se acogen a las ayudas de RedMadre decicen tener a sus hijos. En este sentido se enmarcan algunas iniciativas legislativas del Foro Español de la Familia para que las comunidades autónomas destinen parte de su presupuesto a ayudar a mujeres embarazadas, de modo que se logre evitar que aborten. Es una propuesta acorde a los tiempos que corren, de dificultades para aspirar a más,:a la protección íntegra de la vida desde la ley. Pero reconozcámoslo, se trata de una estrategia de mínimos que, según el grupo que la defienda, olvida el núcleo del problema. Por tanto, al respecto, habría que concretar algunas cuestiones.

1. No todas las mujeres que se acercan o son invitadas a recibir ayudas asistenciales corren el riesgo de provocarse un aborto. Es decir, muchos de esos casos, como deja caer la noticia, habrían abortado sin dicha asistencia. Sin embargo, otros muchos eran de madres que no habían pensado en abortar y simplemente querían ayudas para seguir adelante con el embarazo. Por tanto, no puede servir como dato para decidir que la solución pasa simplemente por invertir en ayudas a las madres con circunstancias graves en su vidas.

2. Es habitual esgrimir hoy desde ciertos sectores que el mejor modo de proteger el derecho a la vida desde la concepción es proporcionar ayuda a las madres que tienen una situación difícil y piensan abortar. Eso sólo es así relativamente, pues supone una medida de urgencia que no logra evitar todos los abortos y, además, no protege directamente a la vida del no nato. En numerosas ocasiones las razones por las que una mujer decide abortar no son económicas y se mueven más en el plano afectivo, educacional, psicológico, de conciencia, etc.

3. Sólo la penalización del aborto protege al nasciturus de manera objetiva. No olvidemos que éste no es originariamente un problema social, sino jurídico y político. En España, como en todos los países democratizados en los que se introdujo el aborto, tal posibilidad ni se planteaba, hasta que el Estado validó las prácticas abortivas, provocando así no sólo la posibilidad legal de abortar sin consecuencias penales, sino también el terrible efecto sobre las conciencias al dar a entender que tan malo no puede ser abortar si está permitido por los poderes públicos.

4. Proteger la vida del no nato supone proteger directamente al él, al no nacido. Así debe declararlo la ley y así ha de exigirse a las instituciones públicas. Ayudar a una persona para que un tercero no corra peligro sólo es una medida de urgencia, como decíamos antes, pero protege indirectamente al nasciturus, pues éste sigue dependiendo de la decisión de su madre y la permisividad de la legislación.

Así, las alabanzas a este tipo de medidas deberían ser relativas a las posibilidades que circunstancialmente se tengan, pero desgraciadamente en muchas ocasiones da la sensación de que diversas instituciones y asociaciones renuncian a una reivindicación de máximos en favor de una protección del no nato de mínimos. El fin ultimo no debería olvidarse ni dejar de recordarse públicamente, y es la salvaguarda legal de los niños no nacidos, verdaderos y desgraciados protagonistas de la tragedia del aborto.


Fuente:
Observatorio Político por la Vida y la Familia
Una iniciativa de la Delegación Carlista de Vida y Familia

Melan.