domingo, 17 de octubre de 2010

17 de Octubre DÍA DE LA LEALTAD PERONISTA











Se conoce como el Día de la Lealtad a la conmemoración anual del 17 de octubre de 1945, fecha en que se produjo en Buenos Aires una gran movilización obrera y sindical para exigir la liberación del Coronel Perón.
Es considerado como el día de nacimiento del peronismo y uno de sus máximos símbolos, así como uno de los momentos más importantes de la historia del movimiento obrero argentino.
Juan Domingo Perón era en esos tiempos Secretario de Trabajo y Previsión, ministro de Guerra yVicepresidente de la Nación, si bien se desempeñaba en todos esos cargos con gran vocación, como secretario de Trabajo y Previsión se ganó la lealtad de los obreros, a través de importantes medidas.
Desde la Secretaría de Trabajo, Perón, con el apoyo de los sindicatos empezó a desarrollar gran parte del programa sindical histórico: se crearon los tribunales de trabajo; se sancionó el Decreto 33.302/43 extendiendo la indemnización por despido a todos los trabajadores; más de dos millones de personas fueron beneficiados con la jubilación; se sancionó el Estatuto del Peón de Campo y el Estatuto del Periodista; se crea el Hospital Policlínico para trabajadores ferroviarios; se crearon las Escuelas Técnicas dirigidas a obreros; en 1944 se firmaron 123 convenios colectivos que alcanzaron a más de 1.400.000 obreros y empleados y en 1945 otros 347 para 2.186.868 trabajadores.
El Círculo Militar se convierte en el centro político de los sectores más conservadores, durante una semana los grupos antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder, el día 12 el presidente Farrell ordenó la captura de Perón, el 13 fue detenido y llevado a la cañonera Independencia, la que a su vez lo trasladó a la Isla Martín García.
Una vez detenido Perón el diario Crítica salió a la calle con el siguiente título en primera plana: “PERON YA NO CONSTITUYE UN PELIGRO PARA EL PAIS”
Atentos al atropello del que fuera objeto el Coronel, amplios sectores populares marcharon a Plaza de Mayo y reclamaron la libertad de su líder. Desde las primeras horas de la mañana del 17, comenzaron a llegar nutridas columnas de trabajadores con banderas y pancartas a la Plaza de Mayo provenientes de todos los rincones de Buenos Aires.
Dada la magnitud de la manifestación y el reclamo de la gente por su líder, los militares se vieron obligados a buscar a Perón para que calmara al pueblo. Esa noche, Perón salió al balcón a tranquilizar al pueblo que lo aclamaba. Y entre cánticos y gritos, agradecido por el apoyo, Perón emitió un discurso que marcó la entrada a una nueva era en la Argentina: el Peronismo.
Aca un testimonio en video de ese momento historico extraido del documental de Favio:
Actualización (via argentina.ar):
A continuación, replicamos el relato testimonial de Sebastián Borro, un obrero que participó de la jornada aquel 17 de octubre, aparecido en La Opinión Cultural el 15 de octubre de 1972 y publicado en el sitio de Felipe Pigna,
http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/ascenso_y_auge_del_peronismo/17_de_octubre_de_1945.php
“El 17 de octubre de 1945 me encuentra cumpliendo tareas en un establecimiento metalúrgico ubicado en Constitución, sobre las calles Luis Sáenz Peña y Pedro Echagüe. Yo tenía entonces 24 años de edad. Mi oficio era oficial tornero mecánico…En la mañana del 17 de octubre, aproximadamente a las 9, grupos de personas venían desde Avellaneda y Lanús avanzando hacia el centro de la ciudad. Pasaron por la calle Sáenz Peña, observaron que había un taller mecánico (donde trabajaban 130 personas) se acercaron a nosotros y nos dijeron: ‘Muchachos hay que parar el taller, hay que salir a la calle a rescatar a Perón’.”“Las noticias que teníamos en ese momento eran que Perón estaba detenido y que todo lo que se hacía era para rescatarlo. Efectivamente, el taller paró y la gente salió a la calle. Algunos fueron a sus casas. Pero la gran mayoría siguió con los compañeros que venían del sur. Fuimos caminando hacia Plaza de Mayo y habremos llegado aproximadamente a las once y media, porque en el camino íbamos parando los diversos establecimientos de la industria metalúrgica y maderera que había por Constitución”.
A esa hora no había tanta gente como la que hubo por la tarde, que cubrió toda la Plaza. En la marcha hacia allí se pintaban sobre los coches, con cal, leyendas como “Queremos a Perón”. También sobre los tranvías. La gente se paraba y reaccionaba a favor de la manifestación que iba a Plaza de Mayo para tratar de cumplir con la idea que tenían los que habían organizado eso. Perón había aplicado leyes nuevas y otras las había ampliado: pago doble por indemnización, preaviso, pago de las ausencias por enfermedad. Eran cosas que antes no se cumplían; hasta ese momento, donde yo trabajaba, no se cumplía ninguna de esas leyes. Le voy a decir más: creo que pocos días antes de su detención, Perón había conseguido un decreto por el que se debían pagar al trabajador los días festivos: 1º de mayo, 12 de octubre, 9 de julio, etcétera. Recuerdo que uno de los patrones nos dijo entonces: vayan a cobrarle a Perón el 12 de octubre (ya estaba detenido). Después del 17 de octubre cobramos ése y muchos días más”.
“Llegamos a la Plaza; cada vez se hacía más entusiasta; había alegría, fervor. Frente a la Casa Rosada empezaron a armar los altavoces. Hablaron distintas personas, el coronel Mercante, Colom, que fue uno de los últimos oradores. Trataban de ir calmando a la gente: por cada intervención de los oradores, la reacción era más fervorosa a favor de Perón. Se decía que venían trabajadores del interior del país. No lo puedo probar. Recuerdo, sí, que era una tarde muy calurosa y la gente se descalzaba y ponía los pies en las fuentes, muchos por haber caminado tanto. Concretamente lo que yo presencié era la gente que venía del sur. Berisso, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora. A medida que crecía la cantidad, en la Plaza de Mayo aparecían los carteles. Por primera vez yo observaba algo igual: nunca había visto una asamblea tan extraordinaria. Cuando el coronel Perón apareció en los balcones sentí temblar a la Plaza. Fue un griterío extraordinario que nos emocionó de tal manera. Todo parecía venirse abajo”.
Unos días antes se decía que Perón estaba gravemente enfermo. Por los parlantes se había anunciado que el coronel Perón se encontraba bien de salud y que estaba en el Hospital Militar. En un momento, Colom dijo, más o menos: “Quédense que vamos a traer a Perón”. Mucha gente gritaba por Perón –quizá por primera vez- sin tener todavía conciencia clara de su actividad. Porque, además, la gran prensa trataba de desvirtuar la figura de Perón. La gente se enteraba a través de los delegados o los activistas pero no por la prensa, que casi en su totalidad estaba en contra. Aunque él había hablado en distintas oportunidades desde la Secretaría de Trabajo. Y se había hecho carne que era un auténtico defensor de los derechos del trabajador.
“A partir de ese 17 de octubre despierta la conciencia para nosotros. Se hace carne que al pueblo tiene que respetársele como tal, cosa que Perón proclamaba diariamente. De ahí que, si bien nos sentíamos impotentes, podíamos hacer algo: sacar a Perón de las garras de la oligarquía y colocarlo en el lugar que correspondía para que sea permanente una auténtica justicia. Es decir, ese idealismo que teníamos nunca lo habíamos vivido en el país. No creí que iba a haber tanta gente en la Plaza; lo que sí pensaba era que el agradecimiento del pueblo a Perón tenía que ser auténtico. Pero yo no conocía la reacción de la gente, hasta que la viví”.
Saludos y VIVA PERON! (y hoy es San Perón ;-P)




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El 17 de octubre de 1945 marcó la historia del pueblo argentino. Sus efectos políticos y su realizaciones aún perduran: nació el peronismo. El presidente, general Edelmiro J. Farrell nombró al coronel Juan Domingo Perón secretario de Trabajo y Previsión, ministro de Guerra y Vicepresidente de la Nación, cargos en los que desempeñó una intensa actividad. Las movilizaciones populares que se produjeron el 17 de octubre de 1945 serían de esperar: como secretario de Trabajo y Previsión, Perón se había granjeado la lealtad de los obreros, a través de importantes medidas, como numerosos aumentos de salarios, y proyectos que poco después se concretarían, como la Justicia de Trabajo o el pago de las vacaciones y el aguinaldo. El sindicalismo argentino, hasta entonces desanimado por las propuestas de lucha de comunistas y socialistas, se aproximó a las soluciones reales y concretas que les ofrecía el General Perón. Pero el 8 de octubre de 1945, el general Avalos pidió a Farrell que destituyese a Perón. Señalado como la eminencia gris del gobierno, Perón fue detenido y llevado a la isla Martín García, y luego al Hospital Militar. Amplios sectores populares que no respondían a ningún partido tradicional, sino a un hombre y un proyecto nacional, irrumpieron en la vida política. Marcharon a Plaza de Mayo y reclamaron la libertad de su líder. Desde las primeras horas de la mañana del 17, llegan columnas de manifestantes con banderas y pancartas a la Plaza de Mayo. Vienen desde Avellaneda, Lanús, Banfield, Quilmes, San Martín. Cruzan el Riachuelo por el puente Pueyrredón. Cuando la policía lo levanta siguen cruzando en botes, tablas o a nado. Los manifestantes, refrescándose los pies en las fuentes de la Plaza, se convertirían en todo un símbolo del movimiento nacional y popular mas importante de Argentina: El Peronismo


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El subsuelo de la Patria, sublevado
El 17 de Octubre de 1945 fue el punto de inflexi�n que marc� la incorporaci�n de los sectores populares a la vida pol�tica argentina. Nunca m�s las minor�as podr�an imponer su voluntad sobre las masas populares. El autor de la nota recuerda por ejemplo que en la d�cada 1945/55, los trabajadores llegar�n al nivel m�ximo de participaci�n en la distribuci�n del Ingreso Nacional, un poco m�s del 50 %. El sue�o de una patria m�s justa, libre y soberana, de una democracia social de avanzada, comenzaba a tornarse realidad.
Jos� Luis Planas Osorio.
�El subsuelo de la patria sublevado�. Con esta frase se refer�a Ra�l Scalabrini Ortiz, (�El hombre que est� solo y espera� ) a los miles y miles de argentinos (quiz�s millones) que marchaban aqu�l 17 de octubre de 1945, hacia Plaza de Mayo a fin de reclamar por la libertad de su l�der, el entonces Coronel Per�n, para luego llevarlo a la mas alta magistratura del pa�s, a trav�s de la herramienta m�s formidable del pueblo: el voto, expresado libremente en las urnas de toda la naci�n.
Este hecho hist�rico, elevado a la categor�a de mito popular, marcar�a para siempre la historia argentina y ser�a el punto de inflexi�n de la definitiva incorporaci�n de los sectores populares, que ya hab�an hecho su experiencia pol�tico-social con el irigoyenismo, en las decisiones de la vida pol�tica argentina. Ya nunca m�s las minor�as podr�an imponer su voluntad por sobre las masas populares, como no sea por medio de las armas, la violencia, la represi�n, en fin por la fuerza, �el derecho de las bestias�.
La oligarqu�a y los sectores que le serv�an de fuerzas de choque y de c�mplices en el saqueo de la riqueza nacional y el trabajo de su pueblo, le �tiene miedo al pueblo en la calle�, y no obstante haber entregado los atributos formales del poder, siempre se mantendr� acechando, conspirando, ansiando el retorno del pa�s de �las vacas gordas y de los peones flacos�, de los trasatl�nticos a Europa con vaca incorporada, de las org�as en Par�s, y de la entrega a los agentes de las transnacionales y de los imperios europeos de turno, que la hac�an so�ar con pertenecer a la nobleza europea a ya en franca decadencia y patetismo.
Nada ser� igual a partir de esa fecha en Argentina, y a d�cadas de ese acontecimiento, la mirada hist�rica sobre el mismo nos permite, por ejemplo, rescatar que en el per�odo 1945/55, los trabajadores argentinos llegaron al nivel m�ximo de participaci�n en la distribuci�n del Ingreso Nacional, un poco m�s del 50 %, y esa cifra nunca fu� igualada, ni menos superada. Al contrario, seg�n estudios recientes, la participaci�n de los asalariados fue disminuyendo, bruscamente a veces, progresivamente en otros per�odos, hasta llegar al 24% de estos d�as que corren, la m�s baja desde que se llevan registros. La educaci�n, la salud, la vivienda y la infraestructura del pa�s se vi� beneficiada con las construcci�n de hospitales, escuelas, caminos, aeropuertos gasoductos, oleoductos, flota mercante, empresas nacionales, p�blicas y privadas, que modernizaron al pa�s, iniciando su transformaci�n de una semi-colonia pastorial a una pujante naci�n moderna, con desarrollo econ�mico y bienester de su pueblo, en un justo equilibrio, que jam�s pudo volver a lograrse en la historia nacional .
Ese d�a los obreros, los �cabecitas negras�, los �grasitas�, se incorporaron masiva, imprevista e invasivamente para algunos, a la vida nacional, y nunca m�s ser�an los convidados de piedra, salvo a trav�s de las dictaduras genocidas que quisieron siempre acallar su voz y su presencia en las calles de la rep�blica.
El sue�o de una patria m�s justa, libre y soberana, m�s moderna y participativa, de una democracia social de avanzada, comenzaba a tornarse realidad.







Fuentes: ideasperonistas.com.ar - lucheyvuelve.com.ar - sosperiodista.com.ar



Nota de la administradora del blog:


Distintos relatos de un mismo hecho histórico del que hoy se cumplen 65 años. Una coincidencia que no tiene posibilidades de ser refutada, EL PUEBLO EN MASA SALIÓ A RESCATAR A PERÓN SECUESTRADO POR LOS SECTORES GORILAS Y OLIGARCAS SIEMPRE PRESENTES EN EL PAÍS CON CLARAS INTENCIONES DE APLASTAR A LAS MASAS POPULARES, A LOS MÁS DESPROTEGIDOS, A LOS QUE MENOS TIENEN, A LOS TRABAJADORES.

Hoy la historia ha cambiado gracias justamente a las reivindicaciones que Perón y Evita lograron para ellos, pero el gobierno, elegido por la mayoría del pueblo, que hoy nos dirige, representado por Cristina Fernandez de Kirchner, después de 65 años tiene que sufrir continuamente los ataques de esa misma masa oligofrénica, egoísta, ególatra, fascista e individualista, sensible únicamente a sus propios intereses y a los foráneos que es la oligarquía argentina, representada por las fuerzas armadas, las fuerzas de seguridad y un gran conglomerado de poder hegemónico unido en corporaciones monopólicas, que viven poniéndole palos a la gestión más democrática de la historia de la democracia argentina.

Este día debe hacernos recordar aquella gesta del 45 y renovar las fuerzas, manteniéndonos cada uno en su rol, el que le ha tocado en esta sociedad, pero sabiendo que no tenemos que bajar la guardia y que si hay que ir, Dios no lo permita, ha rescatar a Cristina como se hizo con Perón, que no lo duden los oligarcas y fascistas, que los peronistas estamos preparados para otro 17 de octubre y más aún...

Por último, sólo una advertencia...esta vez...NI SE ATREVAN!!!






Melan

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